martes, 7 de mayo de 2013


¡En nombre del Dios de Israel te digo que derribes esos altares de Baal¡ exclamó el profeta. ¡Aprésenlos¡ grito Jezabel, esposa de Acab, luego Jezabel dijo ¿Quién es ese dios de Israel? ¿Quién es él para que usurpen el lugar de Baal?. Acab exclamo ¡Hay mucho lugar en Israel para los dioses¡. Pero Jezabel no acepto y los profetas de Dios fueron perseguidos. Vino palabra sobre Elías profeta del Señor: Elías, escucha mi voz, ve con Acab, porque el señor dice que  habrá una sequia en Israel. Elías se presento ante Acab y Jezabel y dijo: En estos años no habrá lluvia, sino hasta que por mi palabra yo ordene que haya lluvia. Y así Elías se retiro de la presencia de Acab.

Jezabel dijo: ¿Quién es ese hombre que ha dicho que no habrá lluvia? ¡Tráiganlo a mi presencia¡ Jehová le dijo a Elías: Escóndete, ve al arroyo de Querit y yo te alimentare allí. Luego Jehová le dijo: Anda a la ciudad de Sarepta, porque allí habrá una viuda que te alimentará.

En todo Israel los sacerdotes de Baal, clamaban ¡Oh Baal, gran dios del cielo, alimenta la tierra con tu lluvia, muéstranos tu poder¡, pero Baal no escuchaba sus voces.

Cuando Elías llego a Sarepta pidió a una viuda: Dame agua y prepárame un pan y así lo hizo, pasaron los días y la harina y el aceite no cesaba. Luego de ello el hijo de la viuda enfermó y ella le dijo a Elías ¿Qué he hecho yo para que los dioses se venguen de mí?, Elías tomo al niño y lo presentó ante Dios y dijo: Oh Señor Dios ¿Haz traído dolor a la casa de esta viuda? ¿Permitirás que su hijo muera?  y Dios recuperó la salud del niño…

lunes, 6 de mayo de 2013

PROFETA DE LA LLUVIA.

En los días de Elías profeta del Jehová, empezó a reinar en Israel Acab hijo de Omri, cuya conducta no era aprobada por Dios, el adoraba a Baal y tomo como esposa a Jezabel hija del rey de Sidón e hizo altares e imágenes, para los dioses que tenían. En Israel había un profeta llamado Elías, el tisbita, este hombre era un fiel servidor de Jehová el cual fue llamado por el señor para llevar un mensaje a Acab, que no habría lluvia por un tiempo, hasta que Elías mismo lo dijera, diciendo esto se retiró de la presencia de Acab. Jezabel cuando vió esto, mando a buscar a Elías y que lo apresaran, por ello por orden de Jehová, Elías se fue al desierto y allí fue alimentado por aves, luego de ello por orden del señor se fue a Sarepta, donde una viuda solo tenía algo de harina y aceite para preparar pan. Elías llegó a la ciudad y le pidió a la viuda que le preparase primero para él una torta pero que no se preocupase de la harina y del aceite, puesto que Dios los bendeciría. Dios bendijo la casa de la viuda, hasta que un día el hijo de la viuda cayó enfermo y murió, la viuda no pudo contener su dolor, ante ello Elías oro a Dios y pidió que le recobrara la vida, lo cual Dios lo hizo. Luego de ello, Dios hizo que Elías se presentara ante Acab y allí mostro a Israel, el pecado en el cual estaban y desafió a los sacerdotes de Baal, para mostrar quien verderamente pueblo para nosotros.

miércoles, 1 de mayo de 2013

El antes y el después. una reflexion del Pr Manual Angel Rodriguez, dirgida a los pastores de la Iglesia Adventista del Septimo día.

http://www.youtube.com/watch?v=yN0DMnpCY0E

La Biblia

 
 
La Biblia no intenta demostrar que es la Palabra de Dios. Pretende tener autoría divina. La prueba de esta pretensión está en lo que es capaz de hacer por aquellos que aceptan su reclamo. El origen de la Biblia como la Palabra de Dios le da una autoridad viviente, inmutable y exigente procedente de Dios mismo.

La Biblia ha sido preservada extraordinariamente durante el proceso de transmisión.  A pesar del hecho que fue escrita en material perecedero y fue copiada y vuelta a copiar por cientos de años antes de la invención de la imprenta o la computadora. Haciendo una comparación con otros libros antiguos “la Biblia ha desplegado una exactitud extraordinaria en su trasmisión”. Aunque fue escrito por autores humanos es la propia Biblia que aclara su origen divino. Pablo escribió: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Tim. 3:16).