domingo, 16 de junio de 2013

"Mientras hay vida hay esperanza".


Introducción

En varias ocasiones, tal vez hayamos escuchado este refrán "Mientras hay vida, hay esperanza", pero para nosotros como cristianos, ¿Qué implicancia espiritual puede tener esto para nuestras vidas? ¿Será verdaderamente que mientras hay vida hay esperanza?

Desarrollo

Para nosotros como cristianos quien es la fuente de vida es Jesús. Jesús dijo de sí mismo en el libro de Juan Cap 14. en el vers 6: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Pero la pregunta es ¿porqué Jesús es la vida? Porque es gracias a su muerte en la cruz del calvario es que nosotros podemos alcanzar la salvación y la vida eterna, por ello Jesús decía de sí mismo "Yo soy la vida". Pero no olvidemos que "podemos", implica que nosotros debemos de aceptar a Cristo como nuestro salvador mientras que estemos en vida. Si aceptamos de corazón a Jesús en vida y caminamos en el podremos alcanzar la vida eterna. Ante esto muchas veces las personas dicen: La religión no es para mí otros dicen: Estoy muy joven para ir a la iglesia, todavía debo de vivir. Luis era un joven que aceptó a Jesús cuando tenía 18 años, pasaron los días y las cosas empezaron a cambiar, se sentía triste porque ya sus "amigos" que había tenido antes de ser bautizado no lo visitaban. Cada día se convencía mas que no había hecho una elección correcta al haberse bautizado tan joven. Decidió visitar a la persona que le había dado los estudios bíblicos y le dijo que se había arrepentido de haber conocido a Jesús, hubiera preferido de haberlo hecho cuando ya fuese viejo y luego se marchó. Pasaron pocos años y ya tenía hijos pero no vivía con la madre de sus hijos, no vivía una vida feliz y se lamentaba de no haber seguido en la Iglesia, pero tampoco reaccionó y no tuvo las fuerzas suficientes para regresar al camino correcto. Muchas veces las personas creen que para ser cristiano uno debe de ser mayor, cuando ya se ha vivido bastante y no hay fuerzas para divertirse. Ignoramos que no tenemos la vida comprada y que en cualquier momento nos puede sorprender la muerte y ya no tendremos la oportunidad de aceptar a Jesús, nosotros no tenemos la vida comprada, sino recordemos la parábola del rico necio, quien se llenó de dinero, y cuando pensó gastarlo todo un ángel del señor le dijo que ese día iba a morir. Por otro lado también nos podemos acordar de uno de los ladrones que fue crucificado con Jesús en el calvario, el tuvo tiempo de aceptar a Jesús como su salvador, él sabía que mientras tenía vida, podía tener una ligera esperanza y lo aceptó como su salvador. Hoy estamos llamados como cristianos a poder compartir la esperanza de que Cristo es el único salvador, que por medio de él podemos alcanzar la vida eterna, a cada persona de nuestro entorno, ya sea en la familia, en el trabajo en la escuela estamos llamados a darles el mensaje de esperanza.

Conclusión

Mientras hay vida, hay esperanza, mientras hay vida podemos vivir la vida, hacer el bien, compartir con las personas y podemos dar a las personas esperanza, esperanza de que hay Dios que se preocupa por ellos y que quiere darles salvación, una salvación gratuita con tan solo aceptarlo, porque "Mientras hay vida, hay esperanza"